"La chacabana no cura el cáncer"
Por: Lic. Juan Taveras de Oleo
En un acto de valentía y conciencia social, la diputada Juliana O’Neal se presentó en el Congreso Nacional vestida con una chacabana blanca. Su atuendo no fue casual. Fue símbolo, fue denuncia, fue una poderosa declaración frente a las injusticias que afectan a miles de dominicanos que esperan por medicamentos de alto costo.
“Hoy comparezco ante ustedes vestida con una chacabana. No es coincidencia. Es símbolo. Es crítica. Es acto de conciencia”, dijo la legisladora.
Mientras el Estado gasta más de 18 millones de pesos en chacabanas para eventos protocolares, hay vidas que se consumen en la espera. Pacientes con enfermedades terminales, madres, padres, jóvenes, ancianos... todos con una esperanza atada al acceso a un medicamento que no llega.
La denuncia de O’Neal no solo pone en evidencia la falta de sensibilidad institucional, sino también la urgente necesidad de revisar las prioridades nacionales. ¿Qué sentido tiene el protocolo si descuidamos la vida? ¿Qué valor tiene una chacabana cuando el pueblo se muere en los hospitales?
Como psicólogo, ciudadano y ser humano, aplaudo este gesto. Y lo acompaño. Porque la salud no debe ser privilegio de unos pocos, sino un derecho garantizado para todos.